La materialidad de lo común: apuntes para una aproximación arqueológica a los comunales en el sur de Europa (III)

Este extracto forma parte do artigo «La materialidad de lo común: apuntes para una aproximación arqueológica a los comunales en el sur de Europa» escrito por Anna Maria Stagno e Carlos Tejerizo-García e que podedes ver completo nesta web: https://journals.openedition.org/mcv/15588

LA MATERIALIZACIÓN DEL COMUNAL: EL SITIO DE PERLEZZI (LIGURIA, ITALIA) Y LA RELACIÓN ENTRE USOS COLECTIVOS Y FINALIDADES PARTICULARES

Perlezzi es una aldea situada en el alto valle del río Sturla, en la parte central de los Apeninos ligures, dentro del complejo del Monte Aiona. Se trata de un entorno de fuertes relieves, cuya altitud varía desde los 200 hasta los 1300 msnm. El pueblo (frazione) de Perlezzi está integrado dentro del Comune di Borzonasca y está caracterizado por un extenso sistema de terrazas irrigadas utilizadas, al igual que los pastos y bosques comunales, hasta la actualidad, estando abandonados por el contrario muchos de los pueblos de alrededor (fig. 2). Esta área ha sido estudiada en el marco de diferentes proyectos por el Laboratorio de Arqueología e Historia Ambiental de la Universidad de Génova, enfocados a la investigación de los llamados «perímetros de agua». El objetivo era mostrar cómo la gestión de los recursos hídricos depende no tanto de la red hidrográfica natural, sino de las soluciones técnicas adoptadas históricamente para regularla y, contextualmente, de los dispositivos jurídicos y de los derechos reivindicados en la escala local, y que se pueden estudiar a través de los pleitos entre grupos sociales, instituciones e individuos.De esta manera, la investigación se construyó a partir de la reconstrucción de una serie de pleitos del siglo xviii sobre los derechos de uso del agua utilizado para acequias. Esto no sólo ha implicado su análisis documental, sino también la puesta en marcha de un trabajo de campo dirigido al análisis topográfico de los espacios vinculados al sistema de irrigación destinado a la reconstrucción de la historia de sus usos, las reglas de sus usos y su continuidad hasta la actualidad.

Hasta finales del Antiguo Régimen, esta área pertenecía al Capitanato de Chiavari, uno de los territorios que formaba parte de la República de Génova. Su historia está precisamente caracterizada por los distintos conflictos sobre los derechos de uso del agua que involucraron a los diferentes pueblos del entorno. Estos conflictos sesucedieron de forma casi ininterrumpida desde finales del siglo xvii, afectando a las aldeas (ville) de Caroso, Caregli, Perlezzi y Prato, cuyo objeto contendido eran las acequias (beudi), esto es, los acueductos construidos por los habitantes de las aldeas para irrigar (adaquare o inafiare) y sus tierras así como para el funcionamiento de los molinos. Todas estas acequias derivaban el agua por el mismo río, el Fossato Calandrino, situado en los comunales (comunaglie) indivisos entre los diferentes núcleos, lo que implicaba un aprovechamiento compartido del agua. Desde el principio los conflictos se basaron en una pretensión territorial difícilmente certificable: la posesión (possesso) de estos comunales indivisos entre las aldeas. De esta manera, entre el 1720 y el 1750 se sucedieron tensiones y soluciones temporales, formalizadas jurídicamente con distintos acuerdos escritos. Estas operaciones muestran una constante reorganización tanto de las coaliciones y agrupaciones en el ámbito local como a una constante y densa redefinición de las prácticas locales de utilización del recurso hídrico. En este sentido, muchas de las discusiones y conflictos se concentran en la dificultad de distinguir entre «innovaciones» con respecto a la situación originaria, el llamado pristino stato, donde el acto práctico de manutención o construcción de nuevos canales era el mismo: simples excavaciones en la tierra. De esta manera, el caso de Perlezzi muestra la intensa relación entre los espacios de uso colectivo, los procesos de apropiación y particularización de tales espacios y la definición jurisdiccional del espacio como consecuencia de una práctica posesoria.

Para resolver estas disputas, a petición de los habitantes de Perlezzi, en octubre del 1752 el Senado de la República de Génova decide enviar al capitano ingegnere Domenico Carbonara, para efectuar una visita local y diseñar un Tipo geometrico para describir, por un lado, la situación de los puntos de captación (prese d’acqua), y por otro, las pretensiones de las partes en pleito (Figura 3). El mapa fue diseñado basándose en las indicaciones de los representantes de las villas de Perlezzi y Caroso, cuyas informaciones fueron transcritas en el detallado Indice de 93 voces. El documento cartografiaba con precisión topográfica la organización del espacio alrededor de los acueductos y, sobre todo, de los puntos de captación, con particular atención a los usos en los comunales, que resultan el verdadero objeto del conflicto. Su posesión es reivindicada por parte de los actores locales a través de la atestación del uso, a través del pasto, la atribución de topónimos particulares -en sí mismos objeto de disputa-, o por la presencia de posesiones individuales como chozos (casoni) o prados y propiedades particulares. A esta cartografía se añadió, en el año 1753, una relación que trataba de reconstruir los derechos de posesión de los bienes de particulares al interior de los comunales. Todos estos elementos fueron utilizados para dividir los espacios comunales entre las aldeas, y en esa división la presencia de bienes de particulares jugó un papel clave. Así, los derechos legados a sujetos particulares se convirtieron en decisivos para la conformación de los espacios colectivos, y, en consecuencia, del propio diseño administrativo del territorio.

Los numerosos detalles del Tipo Geométrico han permitido diferenciar los prados y las parcelas de particulares (de propiedad privada) dentro de los comunales –hoy en día bienes colectivos del pueblo– e interpretarlos como prados húmedos para la producción de forraje, coincidentes con los numerosos humedales presentes. Igualmente, los trabajos de campo han permitido identificar los espacios definidos mediante hileras de piedra o de rosáceas, interpretados como posibles espacios periódicamente utilizados para cultivos. La presencia de prados húmedos se relaciona con una transformación fuerte en la organización del espacio productivo de Perlezzi. De hecho, la investigación ha permitido reconstruir las trazas de continuidad y transformación de los mismos entre, al menos, finales del siglo xvi y la actualidad.

Por otro lado, aplicando las técnicas de la arqueología hidráulica, fue posible reconstruir las diferentes fases de ampliación del sistema irrigado. El análisis arqueológico ha mostrado que el canal y las terrazas por donde se transporta el agua fueron construidos al mismo tiempo (fig. 4). La reconstrucción de las variaciones del canal a través de la cartografía histórica ha permitido reconstruir las fases de construcción del sistema, la más amplia de las cuales se produjo durante la primera mitad del siglo xvii. De esta manera se han podido vincular los conflictos desde la primera mitad del siglo xviii a la más importante fase de colonización agrícola con la ampliación del sistema de regadío y terrazas, que se utilizaba tanto para campos como para la irrigación de los castaños. Esta fase, aunque redujo la extensión de los comunales, se configura como una empresa de naturaleza colectiva, como colectivo es el funcionamiento del acueducto, que sigue siendo utilizado de esta manera en la actualidad.

El estudio cruzado del Tipo y los trabajos de campo ha permitido documentar que este proceso es contemporáneo a una importante transformación en las formas de práctica ganadera, señalado por el cambio en la localización de los casoni, las estructuras relacionadas con la estabulación nocturna del ganado, que se desplazaba desde los comunales hasta las terrazas. De hecho, el Tipo los representa como abandonados en los pastos comunes y en uso cerca de las ramas del acueducto, y no lejos desde los núcleos que componen la aldea de Perlezzi. Nuestros trabajos pudieron documentar estas estructuras tanto en las terrazas como en el límite con los comunales. Esta nueva localización se ha interpretado como un intento por conciliar las actividades ganaderas con el crecimiento de la actividad agrícola, y el aumento de su número con el proceso de afirmación de la ganadería vacuna local –que utilizan estas estructuras en mayor medida– en perjuicio de la ganadería ovina, antes predominante. Este cambio supone también una fuerte modificación de la gestión de los espacios comunales, donde el ganado ya no se quedaba por la noche, sino que se trasladaba cerca de las terrazas, también para facilitar su abono. Así, durante el siglo xix se han documentado recintos para recoger el estiércol.Este cambio, documentado con cronologías similares en diferentes sitios de la Liguria oriental, muestra la estrecha relación entre los espacios de uso colectivos (los pastos y los bosques) y los agrícolas (las terrazas), materializado en Perlezzi por el canal del acueducto. Una relación que no siempre se tiene en cuenta ni en la arqueología de montaña ni en la arqueología agraria, muchas veces consideradas de forma separada. Por otro lado, este caso de estudio muestra cómo el proceso de reducción de los espacios comunales no es necesariamente consecuencia de una acción de venta individual o de la disminución de la dimensión compartida de la gestión de los recursos ambientales. Sin embargo, si bien la ampliación del sistema de regadío conllevó una reducción de los espacios comunales a favor de la propiedad privada, al mismo tiempo su regulación ha constituido un elemento de fuerza de la gestión compartida a través de mecanismos de solidaridad y conflictividad alrededor de los recursos ambientales. Mecanismos que han caracterizado la historia de Perlezzi hasta hoy en día y contribuyen a explicar su continuidad de uso. De hecho, para permitir la continuidad de uso a pesar de los profundos cambios demográficos, los detentores de los derechos decidieron, desde los años sesenta, que su uso no se reservara sólo a los herederos de los constructores originarios, sino también a cualquier persona que tenga una propiedad en Perlezzi y pague la cuota de inscripción al consorcio que se fundó para su gestión.

A socioloxía histórica e o estudo do campesiñado na longa duración desde a arqueoloxía

Aínda que neste blog escribamos moito sobre a arqueoloxía do campesiñado, trátase dunha disciplina moi nova. Só nas últimas décadas a análise das sociedades campesiñas a través dos restos materiais é considerado como unha vía de estudo posible e con problemas, teorías e metodoloxías propias. O feito de que esta arqueoloxía do campesiñado sexa tan recente ten que ver con dúas cuestións complementarias. En primeiro lugar pola falta de datos sobre as sociedades campesiñas antes da Revolución Industrial, que impedía facer un achegamento desde a cultura material. En segundo lugar, e quizais de xeito máis grave, pola consideración de que a arqueoloxía ocúpase, ante todo, das elites sociais e dos seus monumentos. Dito doutro xeito, existe aínda a idea dentro da academia de que a materialidade campesiña ou non existe ou non paga a pena analizala. Afortunadamente, isto cada vez se pensa menos.

Porén, aínda hai moito camiño que percorrer. Aínda é necesario desenvolver teorías e marcos analíticos complexos desde os que abordar o estudo arqueolóxico das sociedades campesiñas pre-industriais. Unha destas vías pode ser, baixo a nosa opinión, os marcos teóricos da chamada socioloxía histórica. Esta corriente baséase na idea de aplicar análises de tipo sociolóxica e antropolóxica ás sociedades do pasado, entendendo estas últimas como tan complexas como as sociedades actuais. Esta disciplina ten as súas orixes nos traballos de autores do século XIX como Marx, Weber ou Durkheim, aínda que a súa formalización como escola independiente nace nos anos 50 nos Estados Unidos de América. O seu manifesto de consolidación como disciplina foi editado por Theda Skocpol no ano 1984, e recollía unha ampla tradición de autores ata entón considerados heterodoxos como Barrington Moore, Karl Polanyi, Immanuel Wallerstein, ou Perry Anderson.

Immanuel Wallerstein

A socioloxía histórica é tanto un marco teórico como unha proposta metodolóxica baseada nalgunhas ideas básicas. Unha destas é a idea de que os estudos ten que estar dirixidos por un problema específico, que artella as estratexias de investigación e non, como propón o positivismo, que sexan os datos os que falen por si mesmos. Por exemplo, Immanuel Wallerstein no seu coñecido estudo «O moderno sistema mundial» publicado por primeira vez en 1974, partía da pregunta de como xurdiu historicamente o capitalismo mundial e como este conectou todos os países do planeta.

Outra idea interesante da socioloxía histórica é o uso da metodoloxía comparativa entendéndoa de xeito amplo. Unha vez establecido o problema específico e a estratexia de investigación, estas marcan tamén as posibilidades de comparación de xeito que poidan contrastarse o ampliarse as hipóteses de partida. Perry Anderson, no seu estudo sobre as características e a orixe do absolutismo, compara distintas sociedades europeas e asiáticas de xeito que permiten construír diversos modelos de sociedades feudais, só algunhas das cales desenvolverán gobernos de tipo absolutista. Unha estratexia similar utiliza Barrington Moore no seu traballo sobre as orixes da democracia e da ditadura nas sociedades atuais.

Por último, outra idea moi interesante é aquela da longa duración histórica, xerada sobre todo por Fernand Braudel no seu enorme traballo ao redor do Mediterráneo na época de Felipe II. A idea básica é que para entender de xeito complexo un período histórico hai que atender ás diferentes temporalidades que afectan as sociedades no pasado. Así, hai temporalidades curtas, como eventos concretos, e temporalidades longas, como por exemplo o clima o a xeoloxía.

Todas estas ideas son moi potentes para analizar as sociedades campesiñas no pasado desde un punto de vista arqueolóxico. Como exemplo, as nosas investigacións sobre o mundo rural na época dos suevos e durante o franquismo están moi influenciadas por este tipo de ideas, baixo a premisa da complexidade intrínseca destas sociedades.

Por que estudar o campesiñado hoxe? Jan Douwe Van der Ploeg e a «recampesiñización» do mundo rural

O obxectivo do noso proxecto é entender de xeito complexo as distintas maneiras e mecanismos que utilizan as sociedades campesiñas pre-industriais para adaptarse, e tamén para resistir, as mudanzas políticas estruturais, fundamentalmente a imposición dos Estados. Aínda que non rexeitamos ningunha fonte para poder facer isto, o noso interese principal son as fontes antropolóxicas e, sobre todo, a arqueoloxía. Como poden os obxectos e a materialidade (a paisaxe, as estruturas domésticas ou os espazos agrarios) darnos información sobre as sociedades campesiñas no pasado? Noutros posts describiremos en profundidade que significa a resistencia, o campesiñado ou o Estado. Porén, aquí facemos unha pregunta máis básica: por que é interesante hoxe estudar as sociedades campesiñas do pasado? Serve para algo? Nós estamos convencidas de que a resposta é afirmativa. Sigue leyendo «Por que estudar o campesiñado hoxe? Jan Douwe Van der Ploeg e a «recampesiñización» do mundo rural»

Aldeas e granxas altomedievais en Galiza: algúns exemplos

Comentabamos noutros posts que, en xeral, o campesiñado é visto pola investigación como un suxeito pasivo, condenado a sobrevivir aos condicionantes naturais e tendente a desaparecer baixo o avance da modernidade. Isto é aínda máis certo no caso dos períodos coñecidos por «escuros», como é a Alta Idade Media. Tradicionalmente, o campesiñado altomedieval víase de xeito «primitivista», ou sexa, cunha economía moi simple, moi móbil e con asentamentos moi inestables.

Sigue leyendo «Aldeas e granxas altomedievais en Galiza: algúns exemplos»

A relevancia do campesiñado após a fin do Imperio Romano en Occidente

Cholas, de Alfredo Manrique Torres

Tradicionalmente, dentro do que chamamos a historia positivista, a historia é feita polas elites e constrúese a través dos grandes feitos como as batallas, os reinados ou as relacións diplomáticas. Nesta forma «elitista» de ver a historia, as clases baixas e os grupos subalternos non adoitan xogar un papel relevante. De feito, ás veces son totalmente ignoradas ou teñen papeis moi pasivos no desenvolvemento da historia. Este é o caso do campesiñado. O recentemente falecido Theodor Shanin, un dos teóricos do campesiñado máis importantes do século XX, falaba da «clase incómoda» para referirse a este papel pasivo pouco valorado pola investigación ou polas políticas sociais. O razoamento é sinxelo: se o campesiñado só pode xogar un papel pasivo entón debe ser superado mediante políticas activas. Sigue leyendo «A relevancia do campesiñado após a fin do Imperio Romano en Occidente»